
Llevar a cabo una auditoría laboral es clave para comprobar el nivel de cumplimiento normativo en materia de contratación y condiciones laborales, conocer a qué riesgos está expuesto nuestro cliente y tomar las medidas preventivas y correctivas que correspondan. Para ello, nuestro equipo se encarga del análisis de la normativa aplicable; de la situación jurídico laboral; de la adecuación de los conceptos retributivos, jornadas, descansos, permisos y licencias; del establecimiento de mejoras sociales; de la representación legal de los trabajadores; de la conflictividad en la empresa; etc. y ofrece soluciones sencillas y efectivas.

Para una mayor tranquilidad de la empresa, nuestros expertos prestan servicios de asesoramiento global en materia de encuadramiento de trabajadores, administradores y colaboradores externos en el régimen correspondiente, de cumplimiento de las obligaciones de cotización a la Seguridad Social, de eventuales derivaciones de responsabilidad por deudas de otras empresas (como en el caso de contratas o sucesiones de empresa), de acción protectora de la Seguridad Social (asistencia y prestaciones) y de previsión social complementaria.

La prevención de riesgos laborales es fundamental tanto para cumplir con la normativa y evitar sanciones, como para mejorar la salud y el bienestar de la plantilla. Por este motivo, ayudamos a nuestros clientes evaluando los riesgos, desarrollando planes de prevención a su medida, planificando la actividad e implantando el sistema preventivo, elaborando la documentación y fichas de información necesarias para cada trabajador, diseñando medidas de emergencia, etc.

La elaboración, registro e implantación de los planes de igualdad tienen gran importancia ya que las empresas de más de 50 trabajadores que no cuenten con ellos pueden enfrentarse a sanciones económicas, pérdida de ayudas o bonificaciones e, incluso, a la exclusión automática del acceso a programas de empleo. Para que esto no suceda, nuestro equipo ofrece un servicio integral que comprende la constitución de la comisión negociadora, la recogida de datos, la auditoría y el diagnóstico, la definición de metas, la determinación de estrategias, el establecimiento de herramientas, el diseño y registro del plan, la implantación, la formación en igualdad de la plantilla y, finalmente, su seguimiento y control.

Hoy en día, el buen funcionamiento y la imagen que refleja una compañía no dependen únicamente de su éxito comercial y del cumplimiento de la normativa. Nuestra sociedad demanda culturas empresariales justas y respetuosas. Por ello, cada vez más, nuestros clientes acuden a nosotros para definir los valores y principios que guían su buen hacer y elaborar políticas y protocolos internos. Estas normas, finalmente, sirven de guía y motor para todos los integrantes de la empresa y favorecen su buena marcha estableciendo directrices y pautas de actuación y comportamiento ante actuaciones discriminatorias (directas o indirectas), el acoso laboral, el acoso sexual, etc.