El sector financiero se encuentra estrictamente regulado debido a la posibilidad de que se produzcan en su seno graves delitos como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo. De ahí la vital importancia de contar con un plan de cumplimiento normativo o corporate compliance financiero, entendido como un conjunto de medidas y pautas de actuación dirigidas a que la empresa cumpla con la regulación del sector financiero, entre otras: la ISO 31000, la ISO 19600, la Directiva Europea sobre los Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID), el Reglamento 596/2014 (MAR) o la Directiva 2014/57 UE.
*no excluyentes